COACHING EN LOS PROCESOS DE SELECCIÓN
Ismael Ayala: Alumno en 10ª Promoción de Master en Coaching, Inteligencia Emocional, Relacional y Ciencia Cognitiva de N-Acción y la Universidad de Alcalá
En el ámbito empresarial los niveles de competitividad son cada vez más elevados. Es preciso lograr ser el mejor a cualquier precio y disponer de la mejor posición dentro del mercado. Para ello, las empresas tratan de contar con el servicio de los mejores profesionales. Los procesos de selección de personal, son las herramientas a partir de las cuales las empresas seleccionan a sus empleados, y hacerlo de la manera más adecuada marca la diferencia entre la excelencia y la mediocridad.
Habitualmente el proceso de búsqueda de personal se inicia con la detección de una necesidad por parte de la empresa, necesidad que se desea cubrir con un puesto de trabajo específico. La empresa genera un perfil y lo traslada al departamento de recursos humanos o bien a algún asesor externo, y a partir de ahí se inicia el procedimiento de búsqueda en bases de datos, publicación de anuncios y convocatorias, etc. A continuación se realizan las correspondientes entrevistas, pruebas de selección, test psicotécnicos, evaluaciones, etc., hasta que finalmente se proponen uno o varios candidatos para cubrir el puesto.
La cuestión es, ¿podemos asegurar que se ha logrado identificar en este proceso al candidato mejor preparado? la respuesta es que probablemente sí. Sin embargo, ¿significa esto que sea el candidato más idóneo para el puesto que estamos intentando cubrir? Mi opinión es que no.
La razón es que, muchas veces, estos procesos son realizados por personas que no conocen a fondo la empresa, ni su cultura, ni su misión, ni mucho menos el entorno en el que esta persona trabajará. Saber si esta persona encajará en el puesto para el cual se le está requiriendo, es una labor que va más allá de una simple prueba o test psicotécnico. Precisa tener una visión más amplia de los detalles que rodean al cargo, y también de la situación personal del propio individuo, sus expectativas y su capacidad de adaptación.
Aplicando el coaching a los procesos de selección, se pueden identificar de antemano estas cuestiones, y evitar así los problemas derivados de una selección equivocada. Mediante las preguntas adecuadas, el coach puede detectar si el candidato se adaptará al empleo y también si la organización cubre las expectativas del aspirante. El ideal es que las motivaciones y necesidades de ambas partes se aproximen. En caso contrario, el riesgo de cometer un error será muy elevado. No se trata de buscar al mejor candidato, sino al más adecuado al puesto de trabajo.
Para que la entrevista sea productiva hay que poner en práctica los principios generales del coaching tales como: generación del contexto adecuado de confianza, compromiso y confidencialidad, escucha activa, atención al lenguaje corporal, empatía, formulación de las preguntas poderosas adecuadas, etc., todo ello encaminado a conseguir obtener la información adecuada y precisa que nos permita identificar si se trata del candidato idóneo para el puesto.
Una vez realizada la elección del candidato, lo ideal sería iniciar un proceso de coaching para asegurar que el recién contratado prepare su plan de vida, identificando sus objetivos profesionales y personales, así como los objetivos y resultados que la organización espera de él. En este proceso se debe establecer un plan de acción que recoja las tareas necesarias no sólo para la consecución de los objetivos, sino también para trabajar aspectos personales cómo obtención de los recursos necesarios, detección de necesidades de capacitación, eliminación de creencias limitantes, estilo de toma de decisiones, etc.
Sin embargo en mi opinión, este proceso no se realiza de forma habitual o al menos no se hace de forma adecuada. En la mayor parte de de los casos que conozco se reduce a un simple proceso de formación y en algunos casos ni siquiera eso. La preparación de los recién contratados, no se planifica convenientemente, no hay ni tiempo, ni presupuesto para ello. Simplemente hay que empezar a ser productivo tan rápido como sea posible.
En definitiva, el coaching constituye una valiosa herramienta para la selección e integración de personal en las empresas. Los responsables de los departamentos de recursos humanos lo saben, y no dudan en aplicarla cada vez en mayor medida, sobre todo cuando se trata de nuevos directivos o personal clave. El reto que se les plantea es extenderla de forma generalizada a todo el personal contratado, ya que aunque suponga una inversión a corto plazo, puede convertirse en una catapulta directa hacia la excelencia.