¿CÓMO INFLUYE EL ESTRÉS EN LA ENFERMEDAD? MEDIDAS PARA AUMENTAR EL BIENESTAR GRACIAS A LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
Virginia Pérez Rejas: Alumna de la décima edición del Máster de «Coaching, Inteligencia Emocional, Relacional y Ciencia Cognitiva» de N-Acción y la Universidad de Alcalá
El estrés se considera que es la enfermedad el siglo. La mayor parte de las enfermedades, tienen relación con el estrés al que estamos sometidos, tanto en el día a día, cómo en nuestro ámbito laboral.
No a todas las personas nos afectan las cosas de igual manera, lo que a una personas le puede producir estrés, a otra no le afecta para nada. Hay situaciones de las cuales, es inevitable sufrir estrés como pude ser, una ruptura con tu pareja, la pérdida de una persona querida….
El trabajo, se considera que es la mayor causa de producción de estrés.
Vivimos en una sociedad en la cual, hay mucha competitividad dentro del ámbito laboral, el querer mantenerse dentro del puesto de trabajo, hace que las personas, sean competitivas y se agarren a todo lo que se considere necesario para sobrevivir, dentro de ese puesto de trabajo.
Esta última década se han realizado muchos estudios e investigaciones sobre el estrés que se deriva de una mala gestión emocional, tanto por parte de las personas como por parte de las instituciones. La relación entre emoción y salud, se considera cada vez más evidente.
En el caso de los pacientes ingresados, se ha demostrado como las emociones desagradables ayudan a disminuir el sistema inmunitario predisponiendo así a contraer enfermedades de manera más fácil.
En el caso de las emociones agradables por el contrario a las anteriores, ayudan a aumentar nuestras defensas, funcionando como prevención.
Los estudios científicos, han demostrado cómo numerosas enfermedades que se pueden considerar de carácter psicosomático, las emociones juegan un papel importante.
Entre estas enfermedades podemos destacar entre otras, el asma, las úlceras gástricas, contracturas musculares, trastornos cardiovasculares….
Durante la enfermedad, es más difícil que la persona enferma, regule sus emociones, siendo el momento donde se considera que es más importante la inteligencia emocional.
Se considera de vital importancia, que el tener una buena inteligencia emocional, ayuda y garantiza la recuperación anímica saludable.
Es necesario tener conocimiento de las herramientas y técnicas de manejo y regulación emocional para que se puedan poner en práctica tanto en pacientes, como en familiares, como en personal sanitario.
El estrés, en el momento que se diagnostica una enfermedad, ha de tomarse en cuenta, sin dejar de lado los aspectos médicos para un correcto diagnóstico.
Hay muchas veces que los propios enfermos se cansan de seguir el mismo tratamiento durante largo tiempo porque no ven ningún tipo de mejoría en su enfermedad, dejando de lado el aspecto emocional, siendo de vital importancia para la cura de la enfermedad.
Podemos desarrollar nuestra inteligencia emocional con el fin de sentirnos mejor con nosotros mismos y con los que nos rodean.
Para ello, hay que tener autoconciencia de nosotros mismos, de nuestras emociones, tener autocontrol, empatía con los demás y desarrollar así nuestras habilidades sociales.
Podemos destacar, ciertas habilidades para ser más emocionalmente inteligentes como:
- Saber que emoción hay detrás de nuestros actos. Identificarla y saber cómo influye dicha emoción en ti.
- No dejarnos engañar por las apariencias emocionales. Saber identificar la emoción primaria, que es la más sentida en el fondo (por ejemplo, tristeza), permitiendo su expresión y no cambiándola por otra expresión socialmente más aceptada (como pueden ser: enfado o miedo).
- Escucha tu cuerpo, escucha lo que tu cuerpo te quiere decir cuando experimentas una emoción.
- Controla tus pensamientos y así controlarás tu comportamiento.
- Es importante expresar las emociones de una forma asertiva.
Y lo más importante, poner en práctica todo lo señalado anteriormente, así conseguirás aumentar tus habilidades emocionalmente inteligentes.
Yo empecé a hacerlo y noté la diferencia. Desde aquí te animo a que tú también puedas darte esa oportunidad.
Bibliografía:
www.psicologia-online.com/articulos/2015/enfrentando-la-enfermedad-con-inteligencia-emocional
www.habilidadsocial.com/como-desarrollar-la-inteligencia-emocional/