El directivo coach
El coaching se asienta en las competencias de la inteligencia emocional. En estos términos, el coach (entrenador) contribuye a que el coacheé (cliente) identifique sus fortalezas y debilidades peculiares y las integre en sus aspiraciones personales y profesionales. El buen coach sabe transmitir su creencia en la posibilidad de desarrollar la capacidad de las personas y la consiguiente expectativa de que se puede mejorar. El considerable impacto emocional positivo del proceso de coaching se deriva fundamentalmente de la empatía y la relación que se establece entre ambos.
Goleman, D., Boyatzis, R., Mckee, A. (2002) afirman que en las empresas más sólidas y estables, la formación continua de los líderes constituye una auténtica fortaleza cultural y la verdadera clave del éxito. En una época como la nuestra en que las empresas tienen cada vez más dificultades para conservar a sus empleados más prometedores, aquellas que posibilitan el desarrollo de las personas son las que suscitan mayor fidelidad. Aunque el coaching no apele a los “beneficios”, acaba consiguiéndolos de un modo sorprendentemente indirecto.
Contenidos del curso el directivo coach
- Ayuda a aprender el arte de saber preguntar y escuchar.
- Potencia la motivación de logro para que los empleados puedan conseguir objetivos.
- Aumenta la competencia de liderazgo y la gestión de equipos.
- Desarrolla el potencial emocional de cada persona para que pueda conseguir las metas prefijadas.
- Ayuda a percibir los obstáculos como una oportunidad de crecimiento para desarrollar las potencialidades y talentos de los empleados.
- Desarrolla la capacidad de confianza y la integridad.