LA IRA EN LA DIRECCIÓN
La investigación realizada a nivel mundial por The Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations, arrojó un resultado sorprendente y vinculado a nuestro cociente de éxito: éste se debe en un 23% a nuestras capacidades intelectuales y en un 77% a nuestras aptitudes emocionales.
El manejo de las emociones ayuda a ajustarse a los contextos profesionales tanto con compañeros como con clientes. Un directivo sin destreza para manejar su ira puede hacer que las relaciones se resientan y no se consigan los objetivos empresariales. La ira se cobra un precio. Sus efectos en la salud física están claramente definidos1. En cambio no podemos eliminar los enfados de las empresas porque el conflicto es inherente a las relaciones humanas. El enfado estrecha nuestro campo de vista, nuestra visión del mundo y concentra nuestra energía en una amenaza patente. Es una emoción que informa acerca de nuestros límites y debemos saber atenderla en el momento, intensidad y grado que corresponda.
¿Cuándo deberíamos enfadarnos? La correcta canalización de los enfados y la comunicación emocional efectiva ayudan a ser concretos y específicos para citar las acciones u omisiones que han ofendido y alejar el malestar de las personas, para centrarlo en los actos y poder proponer alternativas más eficientes para todos. Sin duda, una herramienta potente para ejercer un liderazgo emocionalmente inteligente.
Contenidos del curso la ira en la dirección
- La vida como cambio constante. Las resistencias al cambio. Las emociones como Conocer la influencia de las emociones en el arte de relacionarse.
- Las emociones propias y ajenas que aparecen en una situación de conflicto. Su influencia y regulación.
- Pérdidas de energía: molestias, dispersiones, creencias limitadoras, hábitos ineficaces y mensajes destructivos. Ruptura de inercias y nuevos hábitos más saludables.
- Habilidades para potenciar el diálogo emocional: Escucha activa, empatía y asertividad (poner límites).
- La expresión emocional: verbal, no verbal y paraverbal. Recursos para potenciar climas positivos que reduzcan el estrés.
- El anclaje como elemento de autocontrol en la P.N.L. (Programación Neurolingüística).