Raquel Torres: Asertividad
Se define o se conoce la asertividad como la habilidad o capacidad de:
“Comunicar lo que una persona quiere o piensa sin ser agresiva o pasiva”
¿Qué es la asertividad?
Si eso es la asertividad, me pregunto entonces, y ¿si no eres una persona asertiva?, ¿si no logras comunicar adecuadamente?, ¿Si comunicas como el viento, a veces suave y refrescante y otras desatado y alocado?, y si las palabras unas veces acarician y otras derrumban, según la carga emocional que imprimamos en ellas, ¿comunicas de forma asertiva?
“As beautiful as it sounds”
Me viene esta frase a la cabeza y me sirve para seguir reflexionando y preguntarme si la comunicación asertiva es algo idílico, utópico o posible o si las palabras han de sonar bien en cualquier situación, en cualquier momento, y a todo el mundo que las escucha.
Mi respuesta es “no, claro que no”.
Si el propósito de la asertividad, como habilidad social, es conseguir lo que queremos a través de las palabras, éstas tienen que escogerse con un propósito, un momento y una cadencia.
Oigo llover y no puedo evitar pensar que la lluvia es, a veces, tan relajante y a veces tan incómoda como una conversación, unas veces resulta gratificante, otras incluso desagradable.
Podría ser la asertividad una herramienta, como lo es un paraguas un día de lluvia, que te permite pasear bajo el agua sin mojarte, evitando esa incómoda sensación de humedad, pero dándote la oportunidad de observar la belleza de las gotas cuando caen y escuchar el sonido que producen al chocar contra el asfalto.
Personas asertivas
No te has preguntado alguna vez ¿por qué es importante tratar de ser una persona asertiva?. Quizá te has dado alguna de estas respuestas:
- Porque aunque no podemos cambiar nuestras emociones, sí podemos interpretarlas de forma diferentes y expresar nuestros sentimientos y defender nuestras ideas sin herir ni ofender a las demás personas.
- Porque el resto de las personas desconocen lo que queremos, lo que sentimos, lo que esperamos o lo que nos molesta. Por ello, si queremos que las demás personas sean consideradas con nuestros deseos y necesidades debemos expresarlos de forma asertiva, sencilla y clara.
- Porque nosotras no conocemos “LA VERDAD” pero si conocemos nuestra verdad y siendo personas más asertivas podremos defenderla y contarla.
- Porque expresando lo que quieres de forma asertiva estarás más cerca de conseguir tus objetivos.
- Porque hablando de hechos y no de juicios la comunicación será más precisa y las personas que te escuchen no se sentirán juzgadas ni agredidas.
- Porque explicando tus motivos el mensaje que expreses será más convincente y menos agresivo.
- Porque hablando de ti misma, de tus sentimientos y tus deseos en primera persona y no de los demás, ninguna persona se sentirá atacada.
- Porque siendo una persona asertiva mejorarás tu autoestima y el respeto hacia ti misma.
¿Cómo ser más asertivos?
Después de estas reflexiones veo la asertividad como esa capacidad de modelar las palabras para conseguir que el mensaje que queremos transmitir llegue, tal y como queremos, sin que pueda ser mal interpretado, sin producir rechazo, confrontación o confusión, cuando no es ese el propósito con el que lo emitimos.
¿Qué necesitamos entonces para ser personas asertivas?
Escucha | Expresarnos de forma consciente |
Empatía | Hablar con congruencia |
Respeto | Ser claros |
Actitud proactiva | Mirar a nuestro interlocutor |
Positividad | Una postura corporal abierta |
Equilibrio | Observar nuestros gestos |
Control | Tono de voz coherente |
Es importante, además, que identifiquemos cómo, cuándo, dónde y cuánto tiempo intervenir, así como observarnos para ver la calidad de nuestras conversaciones. Mostrar seguridad sin parecer agresivos y respetar los silencios contribuirá a que nuestro interlocutor sea más receptivo.
Para ello nos podemos ayudar de algunas técnicas para ser más asertivos:
- Comunicar lo que sientes en primera persona.
- Indicar cuándo, en qué momento, se produjo aquello de lo que hablas.
- Indicar el comportamiento específico de la otra persona.
- Realizar una petición específica sobre lo que nos gustaría, deseamos o necesitamos.
Vemos un ejemplo:
SIN ASERTIVIDAD
“Me fastidia que me hables siempre así”
CON ASERTIVIDAD
“Ayer, cuando elevaste la voz, me sentí mal y me gustaría que cuando tengas algo que decirme me lo digas en un tono más calmado.”
Y tú, ¿qué opinas que es la asertividad?